El entrenamiento con sobrecarga excéntrica tiene un
origen curioso, debido a la falta de gravedad en el espacio, y a que los
astronautas perdían una gran cantidad de masa muscular y fuerza en sus
expediciones, la NASA sacó a concurso un proyecto para resolver estos inconvenientes.
El concurso fue ganado por los investigadores del Instituto Karolinska de
Estocolmo, que diseñaron un ergómetro que podía ofrecer una resistencia
independientemente de la gravedad mediante el uso de las fuerzas inerciales de
una polea. El mecanismo se asemeja al de un yo-yo, es decir, se moviliza en un
principio concéntricamente y después el cable que se une a la rueda vuelve a la
posición inicial enrollándose sobre si mismo.
En la actualidad, en el ámbito de prevención de lesiones el entrenamiento
excéntrico es un modelo más que aceptado y desde nuestro punto de vista muy
importante a la hora de programar diferentes estímulos de sobrecarga excéntrica
a lo largo de una temporada en diferente
disciplinas deportivas.
Uno de los grandes avances que se ha producido en el entrenamiento de
la fuerza es la introducción de la sobrecarga excéntrica a la mayoría de los
programas de entrenamiento. Desde el punto de vista del rendimiento, la salud,
la prevención de lesiones y la rehabilitación. Ahora bien, no es lo mismo
descender una carga equivalente al 120 % de 1 RM en un determinado ejercicio,
que desacalerar la inercia creada en un recorrido completo concéntrico en el
último tercio del recorrido excéntrico, como es el caso de las máquinas
isoinerciales.
En las contracciones excéntricas o
en los estiramientos activos miotendinosos (estiramientos en tensión activa)
los músculos se alargan y se contraen simultáneamente. Durante este
alargamiento los elementos en serie son estirados y contribuyen a la producción
de la tensión total. Estos ejercicios constituyen una potente herramienta de
protección muscular y tendinosa frente al esfuerzo.
Los programas de entrenamiento que incluyen una sobrecarga excéntrica
demuestran de manera consistente su eficacia a la hora de prevenir y
rehabilitar lesiones. Hoy en día, gracias a las investigaciones sabemos que el
ejercicio excéntrico a alta velocidad ocasiona más daño muscular que el
realizado a baja velocidad, por lo cual, como consecuencia de una sesión de
entrenamiento excéntrico, trás su posterior recuperación, otra sesión del mismo
ejercicio ocasiona un daño muscular mínimo. De esta manera, aumenta el umbral
de rotura del músculo, así como mejora su capacidad para absorber cargas, por
lo que es menos vulnerable a las roturas.
Tras este proceso, conocido en la literatura como
“Repeated Bout Effect´´aumenta el número de sarcómeros en serie lo cual,
provoca un cambio en la relación tensión/longitud lo que se traduce en una
respuesta protectora a esfuerzos similares o superiores.
Características fundamentales del
entrenamiento con sobrecarga excéntrica
–Se genera una mayor cantidad de tensión muscular en todos los planos del
movimiento.
-El reclutamiento de unidades motoras es menor.
-El gasto energético es menor.
-Requiere un control neuromuscular diferenciado al resto de
acciones.
Efectos negativos del entrenamiento con
sobrecarga excéntrica
-Se asocia directamente a la aparición de DOMS.
-Posible alteración del metabolismo oxidativo, aumentando el metabolismo
anaeróbico.
-Rotura a nivel muscular de discos Z, sarcómeros, titina y nebulina.
-Disminución de la tensión muscular.
-Altera la respuesta de órganos sensoriales musculares como son los husos
musculares y órganos tendinosos de Golgi.
Efectos positivos del entrenamiento con
sobrecarga excéntrica
-Producen un efecto de entrenamiento más pronunciado de forma que después
de un periodo de entrenamiento disminuye el dolor y la debilidad muscular.
-Efecto protector en la musculatura aumentando el umbral de rotura del músculo.
-Eficacia en recuperación de tendinosis.
-Provoca una mayor hipertrofia en comparación con el entrenamiento excéntrico e
isométrico.
-Aumento del número de sarcómeros en serie.
-Cambio en la relación tensión/longitud que se justifica como una respuesta
protectora a consecuentes esfuerzos similares o superiores.